Cuatro agente del FBI (Policía Federal de Estados Unidos) se unieron desde ayer a las investigaciones del atentado con coche bomba en los exteriores del cuartel policial en San Lorenzo, Esmeraldas, que también dejó 37 casas afectadas y un total de 28 heridos.
La llegada de los agentes, confirmada por la Policía, se suma a otras acciones que se implementan en zonas fronterizas con Colombia, junto a policías y militares de ese país, para evitar nuevos atentados.
Así, por ejemplo, las autoridades policiales de la provincia amazónica de Sucumbíos, fronteriza con Colombia, se reunieron con sus pares del Departamento de Putumayo para intercambiar información y coordinar estrategias. El hallazgo, la semana pasada, de un campamento de presuntos disidentes de las desmovilizadas FARC en territorio ecuatoriano puso en alerta a las autoridades militares y policiales de Sucumbíos.
Las autoridades policiales de ambas zonas resolvieron, entre otros, conformar un chat para intercambiar información inmediata sobre hechos y datos importantes que se requieran en estos sectores fronterizos. “La alerta que tenemos es que disidentes de las FARC están conformándose en grupos delictivos”, indicó Luis Moreno, comandante de la Subzona de Policía Sucumbíos número 21.
La próxima semana se volverán a reunir los representantes de la Policía y del Ejército de los dos países. La cita será en Nueva Loja, Sucumbíos. Ahí se verificarán los cumplimientos de los compromisos pactados.
Esto, mientras la Secretaría Técnica de Drogas (Seted) presentó ayer, en Guayaquil, a Jorge Andrés Lara Restrepo, el hijo de Rodrigo Lara Bonilla, aquel ministro de Justicia de Colombia asesinado hace 33 años por orden de Pablo Escobar, ya que el funcionario había iniciado en su país una lucha frontal contra el narcotráfico.
Jorge Lara Restrepo contará su experiencia, como víctima, en las charlas de prevención que se darán en Guayaquil, Cuenca y Quito a partir de marzo entrante, dijo ayer Ledy Zúñiga, titular de la Seted, quien agregó que su dependencia apoya también el endurecer la figura del comiso penal, para que los bienes del narcotráfico sean dispuestos inmediatamente por el Estado, sostuvo.
Lara Restrepo, quien habló también del reencuentro con Juan Pablo Escobar, el hijo del asesino de su padre, y de la lucha de ambos por evitar que el narcotráfico atrape a otras vidas, afirmó que es vital frenar el mal de raíz, perseguir la justicia, ser duros con las penas en casos de narcotráfico y otros.
Dice que en el caso de Ecuador todavía hay la oportunidad de ponerle mano dura al problema. “Lo primero que hay que hacer es pararse delante de la zona del atentado y decir aquí no pasan y aquí no pasarán (…). México ya tiene una problemática tan grande, tan grande, que los mismos narcos se atreven a llamar a la Policía a decir: ‘No se metan en nuestros negocios, que estamos acá peleando con nuestra competencia’. Eso ya es la fase final, donde ya están tan instaurados en la sociedad”.
Para él, las fronteras, como las ecuatorianas, son permeables por lo que se puede derivar de Colombia, donde hay la disidencia de la guerrilla y la existencia de otros grupos.
“Ustedes están dolarizados y la guerrilla si quisiera sacar dinero le quedaría más fácil sacarlo por acá. Se vuelven zonas de control por grupos guerrilleros, porque son rutas que van a estar creándose…”, indica.
Diario El Universo
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