LOMBRIZ DE 2,8 METROS CRECÍA DENTRO DE UN HOMBRE

Anonadados, unos médicos en Singapur eliminaron una lombriz de 2,8 metros que crecía dentro de un hombre. El parásito, que se extrajo del recto del paciente sin nombre, se tuvo que doblar 18 veces para que entre en el cuadro de la fotografía.

El paciente, que quedó horrorizado al ver lo extraído, no mostró ningún síntoma de tener una lombriz intestinal, que puede causar dolor abdominal severo y ser mortal.

Los expertos no están seguros de cómo se infectó el hombre, ya que las pruebas no han sido concluyentes. Estos parásitos se pueden encontrar en carne de cerdo, carne de res y pescado poco cocido.

Los expertos del Departamento de Microbiología del Hospital General de Singapur creen que es más probable que haya provenido de la ingestión de pescado crudo.

El consumo de pescado crudo ha ido en aumento en Singapur y en todo el mundo en medio de la creciente popularidad del sashimi.

Las infecciones de este tipo se producen después de la ingestión de las larvas de diphyllobothrium, que se encuentran en peces de agua dulce como el salmón.

El profesor Hsu Li Yang, un experto en enfermedades infecciosas del hospital, dijo: “El paciente estaba algo consternado cuando el gusano salió por su recto”. Agregó que el gusano de 2,8 metros de largo era claramente una tenia ya que ningún otro parásito humano podría crecer a tal longitud.

Los humanos pueden contraer infecciones por tenia del sushi al comer pescado crudo que ha sido infectado con el gusano en su etapa de larva. Cuando los peces comen huevos de tenia, las larvas de eclosión se adhieren a la pared intestinal del pez y los gusanos infectan la carne del pez. Debido a que el sashimi no se cocina, las larvas a su vez pueden transferirse a la carne de cualquier humano que se coma a los peces.

Una vez que un humano está infectado, una tenia crecerá dentro del intestino hasta una longitud de hasta 15 metros en un período de semanas. Puede sobrevivir durante años y pasar desapercibido durante semanas o meses, a su vez liberando sus propios óvulos que infectan otras partes del cuerpo humano. Los síntomas incluyen fatiga, estreñimiento y malestar abdominal, que pueden ser tan leves que la víctima puede no darse cuenta de que algo está mal.

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