La policía informó que un trabajador de comida rápida, molesto por tener que trabajar en el turno de la mañana, le ha dado un nuevo uso a un burrito, arrojando uno caliente a su supervisor de Taco Bell.
La Policía de Carolina del Sur dijo que los oficiales fueron llamados al restaurante de Spartanburg el lunes, donde un supervisor informó que le dijo al trabajador que “deje de llorar”, justo antes de ser golpeado con el proyectil lleno de comida.
Un informe policial aclaró que el supervisor se dio vuelta cuando el queso derretido del burrito en el aire le salpicó el brazo izquierdo, el costado y la pierna. Las cosas pegajosas también “hicieron un desastre toda la cocina”, dijo la policía.
La policía agregó que el trabajador no se detuvo allí, sino que además se quitó los auriculares, se los rompió en la rodilla y “salió furioso” del local de Taco Bell. El incidente, subrayó la policía, no tuvo arrestos, aunque se sigue investigando el hecho.
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