EFE).- El Gobierno del amazónico estado de Rondonia, en el norte de Brasil, puso en marcha este sábado una operación integrada para el combate de varios focos de incendios en la región, mientras aguarda la llegada de refuerzos de las Fuerzas Armadas, autorizados por el mandatario Jair Bolsonaro.
La operación está bajo la coordinación del Cuerpo de Bomberos de Rondonia, estado que limita con una Bolivia donde parte del bosque también arde, y es integrada por equipos del batallón de la Policía Ambiental, del Ibama (órgano vinculado al Ministerio de Medio Ambiente) y del Instituto Chico Mendes (ICMBio), además de la Secretaría regional del Desarrollo Ambiental.
Según los bomberos, un 75% de los incendios están concentrados en seis ciudades, todas situadas en la parte norte del estado, entre ellas la capital regional, Porto Velho.
Asimismo, la corporación apuntó que Rondonia registró un aumento del 370 % en los focos de calor en agosto de este año en comparación con el mismo mes de 2018.
El gobernador del estado, Marcos Rocha, afirmó, citado en una nota, que ha hablado con el ministro de Medio Ambiente, Ricardo Salles, y explicó la situación de la región.
Tras la conversación, la cartera autorizó el uso de aeronaves para auxiliar en el combate a las llamas.
Rocha igualmente manifestó su preocupación con el intenso humo y todos «los problemas de salud» que representan para la población.
Rondonia ha sido uno de los estados amazónicos que solicitaron al Gobierno Bolsonaro el envío de equipos militares para ayudar en el control de los incendios.
Bolsonaro, presionado por las críticas de la sociedad civil, organizaciones internacionales y diversos gobiernos, firmó este viernes un decreto que autoriza el empleo de las Fuerzas Armadas en la región amazónica a partir de este sábado y, en principio, hasta el 24 de septiembre.
Está previsto que los primeros equipos de militares empiecen a llegar a las zonas afectadas este mismo sábado.
El fuerte humo provocado por los incendios hicieron con que Porto Velho volviera a amanecer bajo una intensa niebla y con el cielo «rojo como el fuego».
Algunos residentes contaron a Efe que, pese a que están acostumbrados con las llamas que golpean la zona por esta época, los incendios actuales «llegaron mucho antes» y son «los peores» de los últimos años.
«Yo particularmente no tengo problemas respiratorios y estoy sufriendo mucho. Lo que tengo sentido y, por lo que recuerdo, éste es el peor incendio en años», afirmó Aderaldo, quien vive en la Porto Velho desde hace 36 años.
Solo en el mes de agosto, el hospital público infantil Cosme e Damiao, estima que la atención a menores con problemas respiratorios en la ciudad ha triplicado, sobrepasando los 380 casos.
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