Por ello, Ok Diario reseñó 7 curiosidades sobre los caracoles que quizás no conocías de este pequeño molusco.
El caracol es hermafrodita
Esta es, probablemente, la característica más conocida de los caracoles. Pero ¿sabes cómo se reproducen? Los caracoles producen tanto espermatozoides como óvulos, fecundándose mutuamente. No todos los caracoles son hermafroditas, como los caracoles manzana.
Están hasta siete horas copulando
Los caracoles suelen copular en primavera y otoño en las zonas templadas, mientras el tiempo es cálido y hay humedad. Habitualmente, la cópula se produce de noche. Tras la fertilización, hacen un agujero para plantar los huevos, que eclosionan a los 15 días. En cada puesta son capaces de poner hasta 50 huevos.
¿Cuánto vive un caracol?
La vida del caracol depende de su especie. Hay especies, como los caracoles Achatinidae, que viven entre cinco y siete años. Sin embargo, los caracoles manzana acuáticos solo viven un año. A pesar de ello, hay ejemplares de han llegado a vivir 30 años.
No mudan de concha
Al contrario que otros animales, el caracol no cambia su concha. En lugar de ello, la concha crece con ellos. Está formada de carbonato cálcico, y su tamaño refleja la edad del caracol.
Velocidades de infarto
El caracol se mueve por contracciones musculares ondulatorias que recorren la cara inferior del pie. La velocidad media de los caracoles es de 1,3-2 centímetros por segundo. Es decir, si se moviera sin parar, tardaría una semana en hacer un kilómetro.
El caracol más grande del mundo
Con más de 500 especies solo en América del Norte, el caracol cuenta con una gran variedad de formas y tamaños. El más grande de todos los terrestres es el caracol gigante africano, que puede llegar hasta los 30 centímetros de longitud. Por otro lado, el caracol marino Srynx aruanus, de Australia, llega hasta los 99 cm., pudiendo pesar 18 kg.
No tienen dientes
Los caracoles raspan la comida, en lugar de morderla. Son vegetarianos, por lo que su alimentación se basa en plantas, frutas o verduras. A pesar de ello, hay especies que tienen instintos carroñeros. El olfato les lleva a los alimentos con mayor cantidad de calcio, que necesitan para su concha.
Fuente: Globovisión / Agencias / JGL
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