La Armada uruguaya precisó en un comunicado que la droga venía oculta en bolsos dentro de contenedores con harina de soja cargada el 24 de diciembre y procedente de una hacienda del departamento de Soriano (suroeste). Tenía como destino el puerto africano de Lomé, en Togo y el origen de la droga no fue precisado por las autoridades uruguayas.
Según el comunicado, de momento se contabilizaron 3.089 ladrillos que dieron positivo a pruebas de cocaína en un primer contenedor, y se considera que este “será el mayor golpe al narcotráfico en la historia del país”.
Diego Perona, vocero de la Armada, indicó que ya se había terminado con la descarga y contabilización del primer contenedor: “Tenía 3.089 ladrillos de cocaína, cada ladrillo tenía un peso de 1,100 kilos”. “Son 4 contenedores pasados por escáner en los que se detectó la presencia de la droga”, expresó.
Más tarde, al comenzar la revisión de un segundo contenedor, trascendió que la cifra contabilizada aumentaba a 3.500 paquetes.
La Fiscalía especializada en Delitos Económicos se encarga del asunto y decidió la formación de un equipo de investigación con agentes de la Armada, Prefectura, la Dirección de Aduanas y el departamento de Narcóticos de la Policía.
Los inspectores detectaron la droga a través de exámenes de imágenes con escáner antes de su partida desde un muelle del puerto de Montevideo, el cual fue herméticamente cerrado por las autoridades con fuerte despliegue de efectivos de la Prefectura, la Marina y la Policía.
Este caso confirma que Uruguay es cada vez más utilizado como punto de tránsito por los grandes grupos narcotraficantes en sus rutas hacia Europa. Mientras que Colombia, Perú y Bolivia son los principales países productores de hojas de coca y cocaína del mundo.
Fuente: Globovisión |AFP|CP
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