Este pasado 14 de diciembre, el Deportivo Quito, tradicional equipo del fútbol ecuatoriano, logró su tan anhelado ascenso a la Segunda Categoría (C y D del fútbol ecuatoriano) luego de ser descendido por deudas y casi desaparecer años atrás.
Entre sus jugadores, las historias son más que curiosas, puesto que ninguno es profesional del todo y por tanto se debe dedicar a otra actividad profesional en paralelo para poder sustentarse.
Curiosamente, es el venezolano Juan Alvarenga quien llegó a Ecuador por la crisis económica y social que azota a su país y es “profesional” desde los 14 años, una de las historias más llamativas del club al jugar en distintos torneos de ligas barriales, cantonales, fútbol siete e indor fútbol. En cada club cobra por partido jugado.
Al mismo tiempo vende empanadas en una franquicia para poder mantener a su hijo y enviar dinero a sus padres en Venezuela. “Comencé a jugar a los 14 años. Al principio practicaba béisbol. Pero un día le acompañé a mi primo a que se pruebe en el Caracas FC. Como todo atleta, quise entrenar y al final quedé seleccionado yo y no mi primo”, reveló en dialogo con el medio Primicias de Ecuador.
Con 26 años de edad, hasta hace poco tiempo, Alvarenga pensó que no jugaría nunca más en su vida y ahora la dirigencia del Quito pretende pagarle la próxima temporada el sueldo básico (USD 394). “Cada jugador tiene que sentarse a negociar, como en un equipo profesional”.
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