A través de un comunicado, La Misión de Apoyo al Proceso de Paz en Colombia de la Organización de los Estados Americanos (MAPP/OEA) denunció los crímenes “de Carlota Salinas, en el sur de Bolívar; Marco Rivadeneira, en el Putumayo; Ángel Ovidio Quintero, en Antioquia; y Omar Guasiruma y Ernesto Guasiruma, del pueblo indígena Embera en el Valle del Cauca, así como de tres personas en proceso de reincorporación en zona rural de La Macarena, Meta”.
También recordó la amenaza que viven actualmente varias comunidades del país por causa del conflicto armado en medio de la crisis y el aislamiento obligatorio por causa la pandemia por el virus COVID-19.
Asegura el organismo multilateral que “ha constatado con preocupación la continuidad de afectaciones por parte de grupos armados ilegales, como amenazas, confinamientos y desplazamientos forzados de comunidades en el Alto Baudó (Chocó), Roberto Payán (Nariño), Argelia y El Tambo (Cauca), y de hostigamientos a estaciones de policía en el Norte del Cauca que ponen en alto riesgo a la población civil”.
También denuncia que han aumentado las tensiones sociales por causa de la decisión estatal de avanzar en erradicaciones forzosas de cultivos ilícitos “en regiones como Caquetá, Putumayo y el Catatumbo, donde se registró una lamentable muerte”.
Al respecto, le pide al Estado multiplicar y fortalecer las medidas de prevención y protección de los líderes sociales y de derechos humanos que habitan zonas fuertemente impactadas por la violencia.
Fuente original: El Tiempo de Colombia
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